viernes, 8 de abril de 2011

BASTARDA O ADAGIO EN CINCO PARTES

cada uno centrifuga a su ritmo.
cuando muere
el lenguaje
dónde está la frontera
que va de comprenderse
a rechazarse.
no se puede forzar
la armonía,
quererse
es el más puro acto
de libertad.

la distancia vital
es un bicho pequeño
y venenoso.
marcar durante meses
un número en el móvil
sin recibir respuesta,
ni llamadas de vuelta,
sin onomatopéyicos mensajes
que confirmen
la vida al otro lado,
acaba provocando
arcadas crónicas,
migrañas en el alma,
bastarda indiferencia.
de tanto no verse
de no querer mirarse ya
se sabe uno
en la extrema periferia
del planeta del otro.
no sufras nena,
a la larga te alegras,
da gusto no vivir
en un vertedero.

no se pueden sincronizar
las emociones,
no pueden engranarse
los mecanismos del alma.
crecer
no trae botón de off,
a veces
crecer
es caminar
muy lejos.

tríos,
malos inventos,
las serpientes ya no llevan
escotes calcetín,
medias verdades
estallando bocas,
sábanas al viento en
altas azoteas.
jamás fui una moneda.
por aburrimiento
no di un solo paso,
viento bendito
que trajo aquel rumor
que me alejó del egoismo
y la soberbia en persona.

alimentar la distancia
es una ecuación
resuelta,
aumenta de tamaño
hasta llamarse lejanía,
desierto,
continente,
desconocida.
Alejandra es certera
Murieron las formas despavoridas
y no hubo más
un afuera y un adentro,
dice,
yo lio un cigarrillo,
miro ventana allá,
y Gioconda apostilla;
el amor, el mundo, nos desplaza
como aves migratorias.
humo entre los labios,
ruido, rumio, rujo.

recuerdo una teoría;
somos como líneas
nos cruzamos,
nos separamos,
vamos en paralelo,
caemos en oblicuo,
quizás no volvamos
a encontrarnos
nunca más.
Lola me lo dice
Caigo en el vacío,
más allá
del gesto racional,
en el mapa subjetivo
del recuerdo,
fantasía geográfica
de la memoria.
Ernestina murmulla,
asumo que no habrá
¡Lugares luminosos
y oscuros del encuentro!
rotunda Katherine
ilumina respuestas
Porque la luz se extingue
-dice-
desde luego.

domingo, 3 de abril de 2011

EL NEGRO JUAN

Mamá África
campo de expolio
mil colores
del vientre
derramados,
los dolores del mundo
se agolpan en un puñado de tierra.
Corazón de ébano,
crucificado en un semáforo,
contando monedas de celulosa,
sonriéndole al revés de los días.