martes, 6 de septiembre de 2011

FLASH

El otro día te vi por la calle,

contorsionismo de azoteas,

huida en línea recta

por el andén de una cerveza.

No sé si temo más

el calambre del odio,

la cuchilla del asco

o la luz de tu pupila.

2 comentarios:

José Baena dijo...

La luz de una pupila corta más que una cuchilla, paraliza más que un calambre. Temible, sin duda.

elinmigrantedelosversos dijo...

La pupila si encima te mira y te dice todo aquello que no querías volver a escuchar