Te miras las manos
llenas de cicatrices,
plagadas de arañazos por curar,
con espacio aún para los cortes nuevos.
Páramo de callos,
bosque de durezas.
Tus manos son tu única esperanza.
Hoy apretarás todos los botones,
activarás con un dedo
todos los mecanismos.
Un reloj cuerdo
zozobra en el umbral de esta locura.
Me han violado los inviernos
ante tus ojos impasibles.
Presionas la clavija
convencido.
Iluso.
No resucitarás
las primaveras que no nacieron.
Ya sabes que le tengo
aversión a las agujas,
alergia a los minutos.
Nos fumamos el tiempo.
Con algo más que un dedo,
ya casi tengo en la calle
mi maleta.
*Esta maleta perteneció a un cirujano que enloqueció bajo el hechizo de un extraño bisturí y decidió deshacerse de su instrumental metiéndolo en esta maleta y ésta a su vez en un contenedor de basura del centro de Granada. Un payaso ilusionista que conocí en el corazón del Albaicín, heredero de tan mágico transporta vidas, me contó su historia (aunque reconozco que ma había tomado algunos vinitos y esto es lo que queda de aquella historia en los escondrijos de mi memoria. Claraaaa, lo mismo me puedes ayudar a reconstruirla de forma más...concreta?). Esta fotografía la tomé con la única intención de llevarme la maleta para siempre y poder guardar en ella todo cuanto quiero llevar.
5 comentarios:
Ja,ja,ja. Me acabo de incorporar a la maleta.
Un beso.
¿Puedo entrar?, ¿hay espacio?. ¡Ojalá!
Les aseguro que los dos están ya dentro de la maleta. Realmente esto de internet permite nuevas formas y nuevas facetas de querer a otros seres humanos. Abrazos miles para ambos!!
Sin desprenderme de las manos, creo que no sabría como seguir sin ellas, si hay un lugarcito en esa maleta... y me dejan...
Beso, corazón.
Los tres hace ya tiempo que están en la maleta!!
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