Y vuelvo una y mil veces a buscarte
a matarme a cafés en la sonanta
a desmigajar bollos en plazuelas perdidas.
Soy la princesa de los gorriones
que después de comerme los pies
esbozan la canción que no sonó
y opacan el silencio
que le dio aquel final a la película.
Vuelvo entre garabatos a buscarte
a tocar espejismos en las siete revueltas
a empeñar este higado en el tropiezo.
Con la melena cana
espero en un acera de granada
dentro de 46 años tu regreso.
Vuelvo a donde te amé,
calles vacías,
un hilo azul te da vida en mi mundo
y tú habitas tarimas
en planetas lejanos,
casi no queda tinta.
Y yo vuelvo a buscarte algunas tardes
y resulta que estas
en el extranjero.
*La imagen es Radiografía humana de Mariano Osquiguil.
6 comentarios:
¿Y por qué dentro de 46 años?
Un abrazo.
jjejeje. Porque prometimos hace 4 que si la vida no nos hace encontrarnos nos veremos dentro de 50 años en una esquina de Granada.
un abrazo enorme parati
lindo, melanólico, nostálgico y a la vez esperanzador. Gracias! Besosss
Preciosa poema. De amor eterno y lleno de esperanzas. Por el reencuentro dentro de 46 años. Pero no es mucho tiempo? Beso, bonita.
Hermoso, muy hermoso. Granada... Este verano pasado las calles de esta ciudad me ayudaron a volver a empezar con mi pareja. Las imágenes de tu poema me resultan parte de mi cotidianeidad, un pedacito de sur reconocible y acogedor. Un abrazo.
La cadena de surrealismos me atrapó.
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