con escamas de colores imposibles
y unas aletas incansables
para surcar los mares de la vida,
para respirar el agua que hoy resbala
cansada, desnutrida,
por mis manos humanas
que son trapo y pellejo.
Quería ser un pez,
con unos ojos grandes,
muy abiertos,
para verte el rostro desde abajo,
para hacer de mi casa lo profundo
y dormir mi cadera en tu marea,
amasando el rugido de tus vientos.
Quería ser un pez
danzarín de la espuma,
que con rabia voltea
su blanco ir y venir
perdido y encontrado en las orillas,
naciente en lo más hondo de la arena.
Quería ser un pez,
surcador de la sal,
guardián del sótano
azul del horizonte,
para encontrar un tesoro marino,
para bucear
mi verso entre las valvas,
para hacer de las algas
mi único vestido.
Quería ser un pez,
ajeno al recuerdo,
sin conciencia de olvidos,
abismarme en las olas imparables,
ungido en la tempestad y en la calma
que no duran para siempre.
Quería ser un pez,
pero ya no.
A mi nadie me habló de la pecera,
ni del ruido del motor,
ni de la luz impostada,
ni del polvo plasticoso
que dicen que es alimento
pero que no sabe a nada.
8 comentarios:
No quiero dejar de sorprenderme con cada palabrita. Eres estupenda, genial, sensible y colorista. Te mando mil millones de besos desde Sevilla con mucho amor y resaca. Te quiere, Pechi.
Oh my godness
Hay que quererse ser lo que se quiera y nadie más que tu será el responsable de no lograrlo,vuela campanilla!!
Este poema me ha recordado a los veramos de los noventa. Qué mayores somos, no?. En aquella época aún sabía cazar cangrejos entre las rocas. Ahora, me quedo en Madrid cazando autobuses. Menudo veranito nos espera...
ay, cuanto echo de menos tu mundo de sensibilidad, locura, y diminutivos terminos en -i!!!! besazos
Regálanos unos versitos, que andamos sedientos de ellos!! Besitos de la cervitiesa.
kuku!!
Pechi linda que bueno que viniste!!!Ya no hay excusa, birras en la alameda YA!
Gracias por el baño de momentos.
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