sábado, 19 de julio de 2008

ALUMBRAMIENTO

Mi mano parió una niña muerta.
A la matrona se le volvieron los ojos blancos.
Amoratado el cuerpo tan pequeño,
el vacío lo llenó todo.

4 comentarios:

MabelBE dijo...

Que fuerte. A veces nace lo que hace rato dejó de estar vivo. Pero es porque debe irse.
Salud, amiga.

Anónimo dijo...

Tu luz nace de las entrañas. Lo sé. Ahora lo sé. Y no es blanca, ni muere. Son tus entrañas. Lo sé. Ahora lo sé. Es tu luz. Me ilumina. Lo sé

Anónimo dijo...

preciosa imagen transformada en palabras o viceversa,
un placer pasar de nuevo por aqui.

luci

Lasinverso dijo...

Gracias por escribirme. un beso para todos