Me intuyes dulce,
muerdes,
lo corroboras.
Rebosan mis ternuras
en tu boca.
Aprietas mi azucarada
carne blanda
con dientes ansia.
Me deshago en tu lengua
caprichosa en sabores,
me desangro
jugo cariño.
No lo resistes,
demasiada saliva,
hincas tus colmillos
y sus filos
una y otra vez.
Y al final
me tragas.
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