domingo, 9 de marzo de 2008

LA MUJER DEL RELOJERO


La mujer del relojero
tiene una extraña locura,
ve a las horas despidiéndose,
en la sopa encuentra agujas,
los minutos le han cosido
los ojales de la blusa.
Al llegar la media noche
se despereza gatuna
y danza en los corredores
hasta que marcha la luna.

La mujer del relojero
tiene una extraña dolencia,
va siempre llegando tarde,
del instante es pedigüeña,
manchada tiene la boca
con una balsa de ausencias.
Mira sin casi mirar,
corroída por la impaciencia
se le ha olvidado soñar.

La mujer del relojero
tiene síntomas extraños,
dice que dolores duelen
del alma y sus aledaños,
que los párpados le hierven,
que el dulce daño la besa
y la tristeza la acuna
en sus manos de tiniebla.

La mujer del relojero
padece un extraño mal,
que ha de entregarla a la muerte
pues no se puede curar.
No infecta,
no se contagia,
en ella se ha de quedar,
loca de esperas,
cegada en tiempo,
borracha de tic tac,
sólo pide,
sólo ansía,
sólo quiere,
lo que no le pueden dar.

3 comentarios:

isaac dijo...

qué ritmo! y qué figuras más bellas, el tiempo y el demiurgo del tiempo, tan lejano y frío. y adelante la pasión pura...

Lasinverso dijo...

AAiii!!que alegría me da encontrarme tus comentarios loko!!

Anónimo dijo...

Me encanta la mujer del relojero del instante es pedigüeña...

Eres una artista!

besos y versos