Ojala me dolieras como antes.
Esa punzada lenta
inundándome el pecho de heridas,
el peso de la sombra
sobre mi luz vencida,
retortijón de ausencias
si tú no aparecías.
Espadazos de sal
para mi entraña roja,
escarcha de cristal
sobre mi colcha.
Ventilador de hielos
por mis días,
bastón de mi aflicción,
mantón de mi agonía.
Ojala me dolieras como antes.
Ojala me dolieras todavía.
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