jueves, 14 de agosto de 2008

LA KINI NA

Siento tu dolor
atándote la lengua
en círculos concéntricos.
Baúl de mil disfraces,
muñeca sin cabeza,
abrazos de garrafa
ahogando gatos mudos.

Te dueles sin mirarte,
temer el no temerse,
templando daños
de infancia destetada,
canción de ausencias,
tachón de aquella línea
que no se escribirá.
Queda tan lejos la felicidad de tu casa.

Fachada sin rasguños,
un patio con macetas,
custodia de las flores
y del mal,
señorona vestida de etiqueta,
adornada
collares de apariencia,
guardiana de las fiestas de guardar.

Al cruzar tus umbrales
un hogar en ruinas
siempre me da la espalda,
pero aprietas los nudos
y tu clan
ríe cuando puede,
siempre calla.

El once resultó un lugar irrespirable,
páramo de negros,
extensión del vacío,
jaula de un pájaro
que aún le teme a volar.

Mientras me bebo el llanto
de un niño que se pierde en el bullicio
asedio un verso más
para purgarte.
Saturna
devoras a tus hijos a diario.

Esquivo verte,
olerte,
oírte,
no sea que tu dolor
sea contagioso y mate.


4 comentarios:

Rafael Pavón Reina dijo...

Impresiona la última estrofa... Aprovecho el comentario para darte las gracias por la cantidad de enlaces y páginas interesantes que tienes "A la derecha de tu blog". Un saludo Atlántico.

Anónimo dijo...

Es la última estrofa
porque no es estrofa
Es pasión
Y no mofa

Lasinverso dijo...

Hola Rafael. No sé que puedo decir de la última estrofa, simplemente que es una penita muy grande. jejeje. Un abrazo enorme.

Oigres Led Séver dijo...

Estos versos que estoy rebuscando hoy por tu casita me están ensañando una racha más negra que la actual no? y me están recordando algunos versos míos de una época muy oscura, eso me gusta, no hay muchos textos que me traigan esos recuerdos.