lunes, 16 de junio de 2008

ADICCIONES


Solo de mirarlo

lo sentía en la boca.

Conseguir la cucharilla

fue cuestión de tiempos,

amortajar escurridores.

Por fin se acercaba,

aroma hondo

destetando anocheceres.

Ardía,

mi lengua enrojeció

y supe que por fin había llegado.

Su sabor guerreó,

conquistador de páramos,

entre mi paladar y mi saliva.

Y fue solo un momento

el sentirlo en la boca,

apenas un instante su dulzura

a saberme me supo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Gloria!
me encanta este poema.
Con tu permiso lo publicaré en mi blog.
Sigue así.
Las visitas virtuales te dejan a veces un buen sabor de boca.

Lasinverso dijo...

WWWEEE!! Que alegría cancrejo!!! oye me encantó el post que pusiste sobre mi. Arranca la página que quieras. Un besooooo